Me duelen mis ojos de no poder observar lo que realmente esta pasando en la actualidad. Mi mente crea historias sin parar. Buenas y malas, cosas irreales que vienen del producto de un lugar donde mi imaginación es mi realidad. Palabras que mi boca tiene miedo de salir. Estan aprisionadas en mi mente, en mis miedos a mostrar lo que no suelo, eso que viene de dentro. Esos secretos a gritos, esos que me tienen cautivos en una carcel sin carcelero, una carcel sin rejas, y con el cielo como techo. Mi boca no es aventurera como mis letras, ella calla ciertas cosas, no se lanza cuando tiene que hacerlo. No dice las cosas por ese miedo, ese que suele atar mi mente, mis palabras, mis sentimientos y los convierte en un lugar tempestuoso, en el cual existe cierto grado de gracia en el andar. Porque si mis letras estuvieran en mi boca, seria como un juglar en las plazoletas, cantandole a las aves, en vez de que ellas lo hagan. Seria un mundo distinto para mi, no se si mas feliz o un mejor lugar donde vivir esta larga-corta vida que llevo en mi existir.
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