jueves, 6 de septiembre de 2012

Adiós!


Al parecer me gusta vivir en una agonía constante. Veia el mundo de una manera utópica. Que iluso fui lo admito. Era cegado por la sombra de un optimismo absurdo. Todo iba a ir bien (Si, claro). Era muy bueno para ser verdad como dicen. La calma habitaba, hasta que se me ocurre hablar con el dueño de aquel aposento. El me dice lo que no poseo. Le dije: Usted tiene la razón soy un Don Nadie, un pobre diablo y todo lo que no quisiera que sea su hijo o el prometido de su hija. Ya se que mis posesiones son un pan con moho, una manzana mordida y unos harapos. Que no tengo donde quedarme muerto. Mas me vale ser un forastero en pueblo ajeno que vagabundo en el mio. Asesinaré mi pasado. Lo enterraré como el mar lo hace con sus tantas victimas. Todas esas cosas que deseaba ser y aprender morirán con mi nombre. Sabes al parecer me gusta vivir en una agonía constante. Esta vez me tocará despedirme de mi comodidad. Me volcaré en la realidad. Me despido de la bella música de Beethoven, Mozart, Chopin y tantos otros. Si existe otra vida espero realizar esa fantasía. Porque me encuentro danzando cerca del hombre del velo negro. El no me quitará solamente el martirio. Ese que se estableció en mi. Alguien cercano a mí me ayudó a retornar al hogar del polvo. Al camino de los que deambulan sin cesar hasta que el aliento culmine bajo tierra. A ese espero ir sin regresar. Mi infelicidad es lo único que dejaré. Sean felices porque yo me conformo con sufrir hasta que me llegué la hora de partir al más allá. Lo más probable es que demore en topar con aquella ladera. Esta bien. Al fin y el cabo tal vez sea feliz en algún lado cerca de estas palabras. Ser feliz de que por lo menos mi no felicidad será lejos… lejos de los que tuvieron la fortuna o desgracia de conocerme, de compartir algo con este ser. Esto se volvió una larga despedida para un corto ADIÓS

At the corner of the Moun


There was a clown walking behind the crowd 
He silently walked throu the ground 
He lost his fancy face 
His red nose, his colored wig, all turned pale 
while Pagglaccio worn a dark suit and a Black crown 
he pointed the Whistle with his stick 
and said to the clown wait for me til the howl 
somewhere the lovesick will think 
go away if you hear those bells ring 
before they noticed that you met me somehow 
at the corner of the moun 

In a bench outside the bar was an old captain
With a long White beard that was not tame
He wanders throu the nights
And he often shouts ¿Who wants a crew for a dime?
A fleet of men who buy misfortunes and sell
Their lives for a gold coins that dwell
From the East to the whole sea
hush Black Beard sight, his disease,
and maze Oliver Twist with a wild wind
while the White whale take them down
at the corner of the moun

King Arthur went to a tabern with his book
and gamble before he got drunk
He didn’t read it too much
He bet his horse and his sword in one game
when he played blackjack with old friends
A guy asked about how does it feel
To be a heroe within a dream
He answered it’s not a big deal
it happens when you have slept
and ends when somebody wakes up you
At the corner of the moun



We are just like before


Around 3 o’clock at dawn I went out from my home
Next to the door I hear some cry, some moan
It was you asking me for a shelter
I told you I just could give you a shore
Cause I’ve noticed that you won’t stay so long
I could keep you warm, I’ll be gentle
I’ll take away your cold, don’t worry about clothes
When you come and go like a ghost
When you come and go nobody lost
We are just like before

The strees in those times were like Poe’s tales
Lonely, scary, and Black cats sing in the haze
While the raven is shouting “Nevermore”
You were trying to find a place to rest
from the darkest night, who torn
your veil that tumbled in your face
Meanwhile your hat tried to cover your crest
(When)you come and go like rain
(When)you come and go nobody regrets(hopes)
We are just like before

Cuento


En una época dónde la lluvia era abundante como las estrellas. Debajo de ellas cerca de una granja habitaba Ernesto. ¿Quién es este tipo se preguntarán? El era un espantapájaros hecho con retazos de cadáveres de aves que mueren cerca de los cultivos. Su piel estaba hecha de las plumas de las aves que él digería diariamente. Su rostro era humano, tenía una mirada profunda en la que se ahogaban las estrellas en sus noches de juerga. Su tamaño era el de un poco más grande que la de un hombre promedio. Sus amigos por lo general era gente viajera que arrastraba su equipaje a la carretera en busca de sí mismos o de escapar de su propio reflejo. Como suele pasar con este tipo de amistades; son esporádicas. Son como un libro que lees en alguna parada de autobús; cortos, pero muy provechoso para alguien que busca hacer que su imaginación tenga algo de diversión. ¿De dónde viene aquel monstruo, ser o como quieran llamarlo?
Por lo menos eso era lo que el creía. Porque él era el producto de la imaginación de un hombre sin rostro. El cada noche cazaba cuervos; no por diversión, sino porque estos venían a interrumpir su sueño. Estos tenían diferentes caras y colores. Tenían caras de escritores como Edgar Allan Poe, Julio Verne y Ernest Hemingway.
El era alguien de edad (aproximadamente 60 años) Su estatura era promedio va a la cocina por un café.