martes, 29 de marzo de 2011

Epístola de un excursionista

Persigue tus sueños con alma inquebrantable, con corazón valiente y con mirada penetrante. No dejes que nada ni nadie te impida conseguirlos. Son pocos los atrevidos, algunos los vencidos. Muchos dicen cazarlos, sin aún salir de esa cueva. Prefieren estancarse en la comodidad, que luchar por sus ideales. Viven asustados del abismo sin haberlo presenciado, sueñan, luego ponen sus anhelos a un lado. El miedo no llegar a alcanzarlos se ha apoderado de ellos. La angustia los atormenta en su desasosiego, sin todavía contemplar los obstáculos que se extienden en la travesía. El mapa de ellos no ha sido trazado a diferencia del tuyo, que ya lo plasmaste con tiempo hace algunas épocas atrás. Antes de que te marches hacia tu objetivo, te compartiré consejos que me fueron otorgados por un gran amigo. Andarás con cautela; sin confiarte excesivamente o dudar demasiado, observarás con paciencia; aprende lo bueno, desecha lo malo. Camina paso a paso sin prisa, recuerda que es largo el trayecto que cursarás. El sendero del Edén es arduo. Algunos montes tendrás que escalar y con extensos desiertos te hallarás. Sin embargo las nubes que habitan en el cielo te darán lluvia si tienes sed; saciarán la sequedad de tu organismo. Te cubrirán en los días que el sol ilumine con mayor intensidad, para que no impidiese ver por donde marcarás tus huellas. Asimismo serán tu brújula, guiarán tus pasos; encaminándote con sabiduría por las laderas que tengas que atravesar. Seremos compañeros de camino desde lo lejos. Atravesaremos paisajes parecidos para arribar al destino que ansiamos. No obstante, la entereza que descansa dentro de nuestros cuerpos es el mismo; indomable ante los comentarios destructivos, se parecerán a las sombras; no molestarán; ni estorbarán. Ese espíritu nos proporcionará las fuerzas necesarias para cumplir con el propósito que nos hemos establecido, siempre y cuando este sea noble y digno. Así que sigue tus sueños. Hostígalos sin darles tregua, persíguelos hasta los confines de la tierra.

sábado, 26 de marzo de 2011

Frases

"Cuando duermo me siento más despierto que cuando tengo los ojos abiertos"

"Cada día nazco, cada día muero, solo preocúpate de que nazca denuevo"

“Existen 2 tipos de mudos: los que no hablan y los que no escuchan”

“Más vale ser burlado por la inteligencia que por el corazón”

“Nacer y morir pasa en un suspiro”

“Quien no se halla así mismo, no espere guiar a los demás”

“El que no ha caído, no ha vivido”

“La ignorancia es algo que se puede perder, la estupidez no”

“No existe brillo más notorio, que el de brillar por ausencia”

“La peor pobreza que existe es la pobreza del corazón”

“En el día todo brilla, en la noche solo la luna y las estrellas lo hacen”

“El mañana fue hecho para aplicar lo que aprendiste hoy”

“El ignorante carece de conocimiento, mas el conocimiento carece de ignorancia”

“El árbol es tan viejo como sus raíces”

“La ignorancia se arregla con conocimiento, la maldad se arregla con amor”

“Más valor se le da a una linterna en la noche, que en la luz del día”

“Un amigo es como la lluvia, está ahí cuando menos lo esperas”

“Un mendigo aprecia más una moneda, que un rico 1000 de estas”

“De que sirve un foco que no da luz”

“Conozco más a las personas que no me han visto en su vida, que a las que me han visto en la mía”

“El que más grita, menos se escucha así mismo”

“El llanto sin dolor es como una sonrisa sin alegría, es falsa”

“El papel aguanta todo, el corazón no”

“La mejor arma de un sabio es su silencio”

“De que vale la pintura más bella, sino tienes ojos para verla”

“Si te sobra el sol, guárdalo para cuando anochezca”

“La sangre es parecida al amor no solo por su color sino también por cuan indispensable llega a ser para el corazón”

“El amor no podrá llegar a ser más visible que la sangre, pero si más espesa”

“Más vale un día de libertad que 100 años de prisión”

“Las cajas encierran a la oscuridad hasta cuando las abres”

“Lo invisible es más visible de lo que podemos ver”

“La sangre y el amor son parecidos, la sangre sale cuando nos lastimamos, y el amor sale cuando amamos”

“No hay más ignorante que se proclame sabio, no hay más sabio que se proclame ignorante”

“Alguien profundo es tan visible como el mar”

“Las aguas profundas pueden llegar a ser oscuras, pero las mentes profundas es en donde encuentras claridad”

“Si el mar esta hecho por lágrimas, el viento esta hecho por suspiros”

“Las cosas son más claras desde lo profundo que desde la superficie”

“Para ser un político debes saber cumplir tus mentiras”

“Creerle a un político es como creer que Buda fue cristiano”

“Si la mentira fuera un deporte olímpico, los políticos fueran los más condecorados”

“Nadie miente tan bien como un político”

“Todos necesitamos un empujón, hasta el mar para formar las olas”

“Vive tu día como que fuera el último, sueña como que fuera el primero”

“No busques en los demás lo que todavía no has encontrado en ti”

"Es más fácil apagar una luz que encenderla"

"No acabes con la paz, si no sabes como ganar la guerra"

“En el cielo habitan tantas nubes; como sueños en la cabeza de los soñadores”

"Los brazos fueron hechos para levantarnos de las caídas y los pies para continuar la travesía"

“En los pequeños detalles se diferencian a las grandes personas”

“Sé como el tiempo, nunca te estanques”

viernes, 25 de marzo de 2011

En la tierra de los sueños

Todo se repite

Iré a dormir para cumplir mi sueño

Iré a dormir para despertar de esta pesadilla

Iré a dormir para vivir mi otra realidad

Iré a dormir para estar despierto

En el otro mundo mas allá del espejo

En la tierra de los sueños

En la pesadilla afuera de mi cabeza

Soy un mendigo, un vagabundo

tu eres alguien, que lo tiene todo

ropa fina y mas de una retina,

mientras te observo a lo lejos

en la tierra de los sueños

Cada vez que cierro los ojos,

Me voy acercando a la vereda,

Donde yacen los cojos de sentidos

Con una pierna de palo deambulan

Mostrando un rostro polvoriento

En la tierra de los sueños

Sueños utópicos

Mis sueños parecen ser una utopia.
Todos pasan tan cerca, todos pasan tan rápido.
No los puedo vivir, ellos yacen dentro de mi.
Ahí es en donde son reales.
Ellos despeinan mis energías.
Ellos están abrumados en mi cabeza.
Sus fuerzas se dispersan, desapareciendo en las fronteras de este rostro. Las luminarias lucen apagadas o mas bien descompuestas, ellas ya no iluminan mi oscuridad. La sombra que antes me acompañaba se quedó en alguien más.
Se alejó de mi, halló un mejor lugar a donde ir.
Con la noche quiso esfumarse. No la detuve, no soy una cárcel; le dije que volviera cuando deseara hacerlo. Siempre estaré dispuesto a recibirla sin rencor o resentimiento.
Eres parte de mi, y parte de los demás.
Vuelve, vuelve de la tierra lejana a la que te permití fugar.
Vuelve en el día, porque en la noche no me encontrarás; estaré en la penumbra contando las estrellas, aguardando que la nueva mañana emerja.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Verdad

Mis pasos pisan el cielo y el infierno en el mismo momento. Me pregunto si el cielo es un oasis, y el infierno un espejismo, no se cual es el real y cual es el ficticio. Comienzo a divagar, llego a tal punto de olvidarme como reír o llorar. El entendimiento no da tregua, llena mi cerebro de tantas ideas. Unas malas, otras buenas, quedan varadas en las laderas de la imaginación. La realidad es una fantasía anhelada, así esta sea mala, será menos dañina que el limbo en el que habito. No hará sangrar mi piel rasgada, llena de cicatrices. Ella dejó de gemir, se lamenta en el silencio, le susurra a mis entrañas, pidiéndole un poco de calma, en el momento en que las palabras se vuelven escasas entre los labios resecos. Ellos suspiran arena del desierto, polvos de la tierra de los calores infernales. Mientras que los dientes de hojalata brillan con tal luminosidad, que al pasar cerca de ellos puedes perder la vista al instante. Enceguece hasta el mismo horizonte. Y el sonido que realizar al masticar suele ser apacible. No es bullicioso, a pesar de que ciertas veces produce sonidos latosos que irritan a las creaturas de las alturas y a las que se arrastran por los senderos. Es una melodía, que si bien carece de dulzura en ciertas ocasiones, sin embargo a esta le sobra valor. No tendrá esa musicalidad de Beethoven, ni el encanto de Narciso, ni la belleza de una sirena. Pero lo atrayente es de donde se origina. Si la escuchas con atención caerás en cuenta de lo que digo, sabrás quien es ella. No es difícil de percibirla. Ella es la voz de la verdad.

Lágrimas

Las horas van marchitando poco a poco a paso lento, las gotas que salen del alma, gotas transparentes como el vidrio, se escapan, ellas quieren volver al olvido. Su deseo es fidedigno, huir es parte de su destino. Una por una se desatan de la prisión que las encierra. Su anhelo de libertad llega a ser su propia condena. Las cadenas fueron impuestas por ellas, conociendo sus consecuencias, se aferraron a vestirlas por dentro y por fuera, para estar seguras de que las ataduras no se deshagan con facilidad. ¡Oh gotas, porque queréis escapar de mi!, que les he hecho para que su estancia no perdure, ¡Díganme, por favor! Se los suplico. Quédense conmigo hasta mi deceso, ahí serán libres se los prometo. Ustedes son parte de mi, como yo soy parte de este planeta. No se extingan, busquen otra forma de salir, si es que no desean acompañarme hasta el final. Las entenderé, no las juzgaré si deseáis independizarse de mi. Si ya no quieren estar dentro. Su voluntad para algunos es esquiva, y que para los demás es maldita, por el hecho de las situaciones que tienen que vivir, todos ellos tienen miedo de sufrir. Comprendo los miedos, todavía los poseo. El anhelo de sentirse desatado espero que nunca desvanezca. Ella es parte de lo que visualizo como parte de la felicidad. Así que amigas de la lluvia las dejaré libres si ese es vuestro deseo. Cuando alcancen el cielo, no se olviden de sembrar un árbol antes de que se las lleve el viento.

lunes, 21 de marzo de 2011

El hombre sediento

Compartiendo unas cuantas hojas en tan poco tiempo. Algunas paginas estan escritas con historias que sacan varios suspiros y otras uno deseo de que el tiempo se detenga. El tiempo no tiene numero, transcurre sin detenerse. Rueda sin tener llantas. Escribe sin letras muchas historias. No todas tienen titulo, son libros inconclusos. Las historias no se terminan hasta que uno decida cuando. A algunos se les termina antes de alcanzar a poner el punto final. La vida se los lleva sin esperar. La vida es como el viento, sopla, sopla y sopla, no hace otra cosa. Las hojas que dejan estan llenas de recuerdos, malos y buenos. Ellos no son claros como las fotos, pero la emocion de esos momento pueden ser apreciados desde perspectivas diferentes. Unos llegan ser mas cristalinos que el agua de los manantiales. Se los puede llegar a palpitar de una manera que la mente siente una brisa cálida y fresca que la hace sentir una paz unica. Aunque esta no dure mucho, sacia la sed, y calma los sentidos del cuerpo. Lo lleva a otro mundo, a otra realidad. Otras seran insignificantes como unos centavos para un hombre de muchas monedas. En cambio para otros seran mas dorados que el mismo oro. Porque trajo esas que las sonrisas en las caras. Esas que no son pintadas. Esas son anheladas por este hombre sediento de una sonrisa, sediento de dias soleados, sediento de amor. Todos los dias sera una esperanza para este hombre sediento.

jueves, 3 de marzo de 2011

El payaso

El payaso se esconde atrás de ese maquillaje, sus gotas no son transparentes. Ellas son salen de esos ojos sollozos, atrás del escenario, entre elefantes, leones y hombres elásticos. El payaso es un hombre disfrazado, con una nariz roja tan falsa como esas pelucas que usaban en esas épocas, donde los reyes poblaban y algunos se jactaban de tener joyas, tesoros o ropa elegante. El payaso no tiene de que jactarse. La vida no ha cambiado mucho, ahora visten diferente nada mas. El payaso no tiene de que enorgullecerse, las risas no lo hacen rico, y la fama no lo hace feliz. El tiene una sonrisa pintada, pero no en sus labios, el tiene una sonrisa pintada, porque así la profesión lo dispone. El actúa para el aplauso, eso no se lo puede guardar en un bolsillo, ni tampoco da de comer al estomago de un afligido. Por otro lado, si no tiene aplausos, el payaso no podrá ganarse su alimento diario. Sus trucos no sirven en la vida real. Los animales con globos se desvanecen más rápido que los reales. El parece ser un dios, aunque todos saben que es un simple bufón. El no pretende ser otra cosa que un esclavo de las mentes, ser encadenado a dentro de las mentes de las personas. Porque así subsistirá hasta que ya no le encuentren chiste a sus actuaciones o hasta que el aliento del payaso sea enterrado entre los matorrales, en donde arrojan los desperdicios del circo. El continua en ese circo, porque ahí fue donde lo dejaron huérfano. Ese es su hogar, ahí fue donde aprendió todo lo que conoce. El payaso tuvo como padres postizos a varios compañeros. La mujer barbuda, el hombre bala, el mago, un hombre musculoso, una adivina. Los otros payasos podrían ser llamados sus hermanos. Aunque a diferencia de él. Ellos si tuvieron padres que guiaron sus pasos. En su infancia él adquirió el conocimiento de diferenciación de colores y texturas. Se lastimo varias veces, en otras fue por experiencia de sus colegas. No tuvo juguetes como muchos niños, o por lo menos no era comunes como los que se le darían a un niño. Jugaba con dardos, con fuego (se quemó algunas veces), con los elefantes, con los monos amaestrados. Sus padres adoptivos le enseñaban ciertos oficios. A edad temprana practicaba el arte de los malabares. Así mismo le tocaba ver como amaestraban a los leones. A la diferencia de los otros, el no había visto un león. El confundía su pelaje con una corona. Cuando andaba cerca él les hacia reverencia. Mostraba un respeto impresionante, hasta tal punto que los miraba desde abajo. Si ellos estaban a su altura, el se arrodillaba, como si el león fuera el rey, y su palacio fuera el circo en el que él estaba de sirviente. En el noveno cumpleaños del payaso, cerca de su cama halló una caja unos zapatos largos. Se los mostró a sus padres postizos. Ellos no sabían como decirle que tenia que hacer algo por la vida. Y la ocupación que pensaron que encajaría el niño seria la del payaso. Sus padres postizos, llegaron a ese circo. Después de sufrir las burlas de muchas personas. Ellos querían darle al niño la profesión, en este caso, la menos complicada desde el punto de vista de ellos. Así sucesivamente en los otros cumpleaños le regalaron maquillaje y una nariz roja. En su juventud el payaso la pasó desolado. Sus padres postizos los perdió hace poco en un incendio en el que trataron de salvar lo que mas posible. Algunos animales murieron, otros fueron despreciados por el dueño del circo. ellos fueron arrojados al exterior. El payaso no pudo rescatarlos porque el exterior es extraño, es desconocido para el. Otra razón es porque el circo siendo su cárcel, era su hogar. Sin embargo el no lo aceptara, el formaba parte eso, y tenia que seguir ahí, ¿en que otro lugar un payaso tendría un “refugio”. El payaso dejo de ver el sol en esa etapa de su vida. Comenzó a trabajar, porque el que no trabaja, no come, y sino comes, mueres. Limpiaba los desechos de los animales, limpiaba el estrado, y de esta manera el tenia que preocuparse por mantener ordenado el circo. Un día el cirquero se le acercó y le dijo: Muchacho, ahora que has crecido, busca algo que puedas hacer en este circo o estarás atrás hasta Dios sabe cuando. Entonces el payaso probó de todo. Intento ser acróbata, se rompió una pierna. Mago, no tenia esa virtud del engaño. Su cara era común y corriente, y su fuerza física era tenue. Alguien lo aconsejo, ya que muchos payasos habían renunciado y a otros les toco su hora. Fue al camerino, y busco en el desván, algún traje de payaso que le pudiera quedar. El mas pequeño le queda tan ancho, que parecía que dos personas mas entraban ahí. El salio al estrado, el sabia que iba a ser calificado por el cirquero. Copio globos y le dio forma de animales, eso fue lo que lo salvo de no ser botado. Ese truco se lo enseño un viejo amigo, mucho antes de que huyera sin decir adiós. El cirquero lo advirtió, tienes una semana para realizar este acto o te volverás a limpiar los desechos de las bestias. El payaso tuvo que arreglárselas con el monociclo. Cayo tantas veces al suelo que le quedaron cicatrices en las caras y en los brazos. No llegó a dominar ese acto, hasta que perdió el miedo de caer, el miedo a lastimarse. Un domingo, en noviembre, el payaso se estrenó en las carteleras del circo. Al principio estuvo nervioso, la ansiedad consumía su cuerpo. Cuando salio a realizar su acto, el payaso se tropezó y se golpeó duro en la pierna. Todos pensaban que él estaba actuando, y no tardaron en reír y bularse, del payaso. El los miró, se levantó y no fingió, les dio una sonrisa. Hizo los malabares, cogió el monociclo y continuó. El perdió el miedo a equivocarse, el miedo a caer. Puso en practica lo de los globos. Observó una niña que se parecía a él. No por lo físico. El payaso era de tez blanca. La niña era de piel canela. Le dio un globo. Se sorprendió igualmente lo aceptó. Ella estaba asustada. Desconfiaba del payaso, porque al ver su cara, se dio cuenta que no se lucía como las otras. Está estaba pintada, parecía que algo ocultaba. Cuando observo detenidamente el payaso le regalo algo más. Le regalo una sonrisa. Esa que solemos perder o suele desaparecer a través de los años, matándola poco a poco, enterrándola bajo tierra, mezquinándola, mandándola a la hoguera, para que allí muriera.
En la adultez el payaso continua en ese circo. El seguirá ahí. Dando lo único que posee, su sonrisa.

miércoles, 2 de marzo de 2011

El viento y la lechuza

Entre los arboles dentro de mi cabeza, hay un bosque lleno de creaturas que cantan sin cesar mis penas. En el lago los cisnes pasan danzando, es lo unico que hacen. Las aves no pisan tierra, ocupan sus alas la mayoria del tiempo, excepto la lechuza, ella yace silenciosa en las ramas de los ceibos. No vuela, no realiza actividad alguna, solo observa el paraiso dentro de mi cabeza. Sus montañas, sus cascadas, sus valles, su cielo, pero mas que todo se fija en el baile de las hojas, esas que ya no estan con los arboles. Ellas bailan junto al viento, ellas son libres. El viento las trata con delicadeza a cada una, todas son unicas. Pero hay una mas preciosa que ellas, es la rosa que esta en la pradera, esa es en la que la lechuza estanca su mirada, y se pregunta ¿cómo algo tan simple puede ser tan hermoso? ¿cómo algo pequeño luce tan grande ante mis ojos? El paisaje se torna insignificante, las montañas, las cascadas, sus flores, sus valles, su cielo ya no basta. La rosa baila con el viento sin ser arrancada, enamorando a algunas bestias del campo, a hojas secas, al mismo polvo. El viento se dio cuenta que el atractivo de la naturaleza, no lo haya en lo grande, sino en lo diferente, en lo especial. La lechuza observando la rosa, no parece ser mucha cosa, pero al viento eso es lo que lo atrae, eso es lo que añora, poder darle ese aire para que la lechuza vuele, y reciba esa rosa que el viento trajo consigo, esa rosa que saco desde lo oculto, porque no encontraba ser alguno que la mereciera. En el horizonte habitan aves muy hermosas, pero ninguna como aquella. El viento ve en la mirada de la lechuza, una profundidad en la cual el viento se desearía ahogar. El viento le dara su rosa a la lechuza, el esperara pacientemente en la penumbra, soplando y soplando calidamente hasta que se le acabe el respiro a la lechuza.