Soy pobre en alma, soy pobre en espíritu, no tengo nada más que pertenecer
al olvido. Soy todo lo que frustración puede concebir en una persona. Soy el
nido donde las ratas moran. Me asombro de todo tan deprisa, que cuando despierto
ya no tengo ojos por los que quiera desear. No tengo nada que dar, ni una
sonrisa sincera, ni una lágrima fugitiva que se escape por este caparazón de
polvo. Sólo tengo estás palabras vagas que se sumergen en este lamentar.
viernes, 22 de febrero de 2013
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Naaaaa
ResponderEliminarRecuerda que eres más valiente de lo que crees, más fuerte de lo que pareces y más inteligente de lo que piensas
Mateo 21:22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo lo recibirás :)
Tengo la frustración hasta el cuello, aparte de tener gente de que me quiera manipular con argumentos "válidos" que más son cosas subjetivas. Si mi familia no es mi hogar, la pregunta es ¿cuándo he de descansar?
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